SOL Y MEDICACIÓN – Una fórmula comercial para la venta en la Farmacia.
Se
acerca el verano y con ello farmacias de todo el país alistan sus expositores y
escaparates con solares, dispuestos a ofrecer a sus clientes gran variedad de
fotoprotectores. Así mismo, cientos de comerciales de diferentes marcas de
productos solares desfilan por las reboticas con ofertas, promociones y
descuentos en cremas, geles, emulsiones, sticks, maquillajes, comprimidos,
capsulas y cualquier otro tipo de producto que se nos pueda ocurrir, garantizando
la protección de la piel frente a los ya conocidos y perjudiciales rayos UVA, UVB
e IR del sol.
Por
otra parte y a pesar que durante todo el año los farmacéuticos recalcamos la
importancia de proteger la piel de los rayos solares, sea o no sea verano, muchos
aprovechamos la estación veraniega para refrescar nuestros conocimientos en
temas de protección solar, pero es importante no limitarse a aprender cuales
son los diferentes factores de protección que brindan estos productos, sino que
se debe ir un poco más allá, para conseguir fórmulas comerciales que permitan
además de brindar un consejo farmacéutico más completo, también poder alcanzar
un mayor nivel de ventas en la Farmacia.
Y
cuando comento que debemos ir un poco más allá para conseguir fórmulas
comerciales, no me refiero a presionar a ese comercial que nos visita a que nos
de mejores descuentos y así obtener mayores márgenes de ganancia, sino a
conseguir necesidades en el cliente que guarden relación con el uso de
fotoprotectores y que desde la Farmacia podamos satisfacerlas, logrando un
ganar-ganar.
Una
de estas necesidades a las que hago referencia, recae en el hecho de que muchas
personas que visitan la Farmacia, vienen con prescripciones en las que sus medicamentos
pudiesen causar una reacción cutánea no deseada (quemaduras, ampollas, vesículas,
eccemas, picores u otros), debido a la interacción de alguno de los componentes
químicos del medicamento y la exposición directa a las radiaciones
solares.
Actualmente
en el mercado existen más de 300 principios activos que pueden desencadenar
este tipo de efectos adversos, encontrándose entre ellos medicamentos de uso
tan frecuentes como antibióticos, anticonceptivos, antiinflamatorios,
antihipertensivos, ansiolíticos, antihistamínicos, hipolipemiantes, etc…
En
el cuadro que se presenta a continuación y que fue publicado en el año 2017 por
el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), se recogen los 63
principios activos con mayor capacidad fotosensibilizante y con mayor nivel de
dispensación en España.
Las reacciones adversas cutáneas que pudiesen producir estos medicamentos se expresan la mayoría de las veces en reacciones fototóxicas, causadas cuando el producto químico fotoactivo del medicamento reacciona directamente con las células cutáneas sin implicar al sistema inmunitario, apareciendo lesiones como quemaduras, ampollas o urticaria de manera casi inmediata tras la exposición solar.
Por
otra parte, pero menos frecuentes, las reacciones adversas también pueden ser
fotoalérgicas, cuando el sistema inmunitario es el que responde al producto
químico fotoactivo, causando la reacción adversa expresada generalmente como
edemas e inflamación.
Ahora
bien, teniendo en cuenta que estamos llegando al verano (momento en el cual se
alcanzan los mayores índices de radiación solar), que tenemos las farmacias
abarrotadas de fotoprotectores (gracias a las promociones y ofertas ofrecidas
por los representantes de la industria farmacéutica), y por último, que conocemos
cuales son los medicamentos fotosensibilizantes (muchos de ellos dispensados a nuestros clientes), tenemos ya todas las
variables para conseguir una fórmula comercial que nos permitirá ofrecer un
mejor consejo farmacéutico y alcanzar un mayor nivel de ventas en la Farmacia. Veamos
un ejemplo:
Rosa
es una señora de 66 años muy asidua en la Farmacia, de hecho, cada dos semanas
Rosa nos visita ya sea para llevar su medicación, o para comprar alguna crema
hidratante porque sufre mucho de resequedad en la piel.
En
las últimas visitas de Rosa a la Farmacia, nos comentó que tiene una tos muy
fuerte que no logra controlar con antitusivos naturales, por lo que le
recomendamos que pidiera una cita con su médico de cabecera. Producto de dicha
consulta, le diagnosticaron una bronquitis leve y le prescribieron un
antibiótico, específicamente Azitromicina de 500 mg, cada 24 h, durante tres
días.
Como
Farmacéuticos, bien podemos limitarnos a dispensarle la Azitromicina con algún
probiótico y volverle a ver a Rosa en un par de semanas, cuando vuelva por el
resto de su medicación. Pero si pensamos en todas las variables presentes, bien
podemos dar un consejo farmacéutico mucho más completo que beneficie a Rosa y a
su vez lograr una venta cruzada que genere mayores ingresos a la Farmacia.
Sabemos
que al menos 1 de cada 10.000 personas pueden desarrollar una reacción
fotosensible ante la azitromicina, por lo que nuestro consejo farmacéutico debe
basarse no únicamente en la necesidad de acompañar el antibiótico con algún
lactobacilus (probiótico), sino que debemos recalcarle la necesidad de utilizar filtros solares de elevado
factor de protección, así como evitar las horas de mayor exposición solar y
mientras este expuesta protegerse con gafas y/o sombrero.
Además de mencionada información,
le decimos a Rosa que en esta oportunidad y dada la temporada de verano, mucho
de los fotoprotectores que tradicionalmente puede conseguir en la Farmacia
gozan de promociones y descuento que bien pudiese aprovechar.
PD: Este articulo también lo podrás disfrutar en el número de Julio/Agosto 2022 de la revista PMFarma Canal Farmacias, así como en la web: https://www.pmfarma.es/canal-farmacias/
0 comentarios: