Sol y tatuajes – recomendación farmacéutica
El
tatuaje es una disciplina artística e incluso religiosa con miles de años de
antigüedad, en los que al igual que otros movimientos artísticos ha gozado
tanto de épocas de desprecio como de popularidad.
Cuando
era niño (y eso no es hace mucho considerando que solo tengo 39 añitos), yo relacionaba
al tatuaje con piratas, moteros, bandas, rockeros, veteranos de guerra o
presidiarios. Incluso recuerdo haber escuchado a mi abuelo contarme sobre los
tatuajes que los nazis ponían a los prisioneros judíos, razón por la que le
parecían ofensivos.
En
aquel entonces, no solía ver tantas personas con tatuajes, pero el planeta
ha dado varias vueltas desde aquellos tiempos y hace apenas tres años se
realizó una encuesta en 18 países del mundo arrojando como resultado que el 38%
de la población mundial tiene al menos un tatuaje, y según la Academia Española
de Dermatología, uno de cada tres españoles de entre 18 y 35 años, tiene un
tatuaje, razón por la cual no resulta extraño cruzarse por la calle con alguna
persona tatuada, en las que me incluyo con un par de tatuajes, uno en la pierna
izquierda y otro en el omoplato derecho con el nombre de mi hija.
El
tatuaje goza hoy día de una popularidad sin precedentes, en donde no existen
límites ni fronteras para expresar a través de la tinta todo aquello que
deseemos exponer o simplemente recordar.
Para
aquellos que no tenemos los tatuajes a la vista, el verano es un momento idóneo
para lucirlos, e incluso muchas personas aprovechan esta época del año para
realizarse tatuajes nuevos, pero es importante recordar que el Sol y los
Tatuajes, no son precisamente los mejores amigos.
Ejemplo
de un tatuaje nuevo, es el de Verónica, una paciente joven que suele frecuentar
la Farmacia y que esta misma semana se hizo un tatuaje en su muñeca,
el cual fue a mostrarnos y pedirnos que le dispensáramos una pomada que le
ayudara a cicatrizar la piel del lugar del tatuaje.
En
un caso como el de Verónica, tenemos la opción de conformarnos y dispensarle
cualquiera de las pomadas específicas para la regeneración de la piel, para que
la paciente se fuera contenta.
Si
adicional a esto le explicamos que no se trata únicamente de una buena
cicatrización, sino que tenemos que estar pendientes del sol, ya que la tinta
con la que elaboran el tatuaje puede oxidarse por acción de los rayos UV y con
ello ir perdiendo la pigmentación de sus colores y estropeándole tan bonito
trabajo, pero que se puede evitar utilizando fotoprotectores específicos, seguramente
además de contenta, estará tranquila.
Pero
si además de ver a Verónica, contenta y tranquila, la queremos ver agradecida,
lo que no debe faltar en la fórmula es un consejo farmacéutico específico para
su situación, en el que podemos darle las siguientes recomendaciones:
Recomendación 1:
La aplicación del fotoprotector cubriendo toda la zona tatuada cada dos horas, no solamente si va a la playa o a la piscina, sino incluso a diario en sus rutinas cotidianas, ya que, debido a la localización de su tatuaje, está siempre expuesto al sol.
Recomendación 2:
Aplicar
la fotoprotección al menos 20 minutos antes de exponerse a los rayos solares, utilizando
un factor de protección +50 específico para tatuajes.
Recomendación 3:
Explicarle
que los pigmentos amarillos y rojos suelen ser más sensibles a reacciones
solares, por lo que, si nota alguna reacción, es aconsejable que se cubra el
tatuaje hasta que termine la cicatrización (al menos un mes después de
realizarse el tatuaje). Y que por otra parte los pigmentos negros y oscuros a
pesar de ser menos sensibles, son los que mayor energía absorben del sol,
haciendo que estos pigmentos se degraden más rápidamente volviéndose verdosos,
por lo que es también muy importante protegerlos de los rayos solares.
Recomendación 4:
Mantener
la zona del tatuaje siempre hidratada, garantizando la conservación de todos
los colores y la correcta cicatrización de la piel.
Estas
recomendaciones buscan conservar por mayor tiempo la coloración y el diseño del
tatuaje, ya que con el pasar de los años seguramente algún retoque haya que
hacerle, porque es normal que el tiempo haga que el dibujo pierda coloración y
precisión.
Estas
mismas recomendaciones de fotroprotección se la podemos hacer a los pacientes
cuyos tatuajes sean de vieja data.
Del
farmacéutico y/o del auxiliar de Farmacia dependerá que Verónica al salir de la
Farmacia se vaya, contenta, tranquila y agradecida, por los productos
dispensados y el consejo farmacéutico brindado, garantizando un tatuaje hermoso,
colorido y sano a pesar de los intensos rayos del sol de este verano.
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