Tos seca y tos productiva
A lo largo del año es normal encontrarnos frente a virus y bacterias, pero las condiciones del invierno nos hace más propensos a que dichos agentes nos afecten mucho más, produciendo que a las Farmacias lleguen más pacientes con patologías respiratorias.
Estas infecciones respiratorias tienen como principal síntoma la presencia de la tos, la cual no es más que un reflejo del organismo que consiste en la contracción del diafragma que le permite liberar las vías aéreas respiratorias de cualquier agente extraño, exceso de mucosidades, etc..
En la Farmacia contamos con una infinidad de medicamentos que pueden ayudar a mejorar este síntoma, pero para hacer la mejor elección tenemos que tener en cuenta dos factores primordiales, el primera la causa de la tos y de segundo, pero no menos importante, el tipo de tos, ya que dependiendo del origen del estimulo existen toses productivas y toses improductivas (secas).
En caso de la tos improductiva, lo primordial es proporcionarle al tracto respiratorio humedad. Para ello desde la Farmacia debemos recomendar al paciente tomar mucha agua, caldo, leche y/o zumos naturales o incluso si el paciente lo dispone a través de la humidificación del aire. Adicionalmente podemos recomendar algún medicamento antitusivo que permita controlar el reflejo actuando directamente sobre el centro medular de la tos. En la Farmacia contamos con medicamentos con principios activos como el Dextrometorfano (Cinfatos, Bisolvon), Cloperastina (Flutox), etc...
Pero en el caso de la tos productiva necesitamos un medicamento que actué modificando la secreción traqueobronquial del paciente, incrementando la secreción de mocos y el volumen hídrico del mismo, permitiendo su expulsión. Para ello contamos con fármacos de acción mucolítica y expectorante, los cuales a través de dos mecanismos de acción distintos permiten disminuir la viscosidad del moco (acción mucolítica) e incrementar los movimientos del tracto respiratorio, facilitando así la expulsión del moco de las vías bronquiales (acción expectorante)
Por ejemplo: Si un paciente en la farmacia presenta una tos con condiciones en la que el proceso de transporte y secreción está alteradas, impidiendo o dificultando la eliminación del esputo, el utilizar un fármaco mucolítico que disminuya la viscosidad del moco facilitando su expulsión es lo ideal y para ello contamos con medicamentos como la acetilcisteína que es un derivado tiólico, o con derivados de la vasicina como el Ambroxol.
Existen estudios que sugieren un efecto sinérgico entre los antibióticos (amoxicilina, cefuroxima y eritromicina) y el ambroxol, dando como resultado una mejoría de los pacientes significativamente mas rápida. Pero recordemos que para lograr este efecto sinérgico con un antibiótico frente a infecciones respiratorias causadas por bacterias es imprescindible una receta médica.
Sea cual sea el tratamiento farmacológico que recomendemos, es importante conocer la causa y el tipo de tos, y dependiendo del caso referir a su medico de cabecera.