Decir NO – 4 pasos para
el NO, en la Farmacia
Probablemente pensemos que,
si siempre le decimos que “SÍ”, a los pacientes, a nuestros compañeros de la
Farmacia e incluso a nuestros jefes, gozaremos de la simpatía de todos, sintiéndonos
en ocasiones protagonistas irremplazables de la Farmacia. Pero en lo personal
pienso que la verdad está muy lejos de esto, porque si nos enfocamos únicamente
en el “SÍ”, podemos estar afirmando cosas que no estén a nuestro alcance,
prometiendo cosas que luego no podamos cumplir, y con ello llenándonos de
angustias y preocupaciones que al final lo que lograrán es provocar tal nivel de
estrés y decepciones, que nos afectaran tanto en el plano personal, como en el
profesional.
Pero tampoco se trata de
decir a todo que “NO”, es importante que exista un equilibrio marcado por
nuestras propias realidades y es ahí donde el conocernos a nosotros mismos
cobra importancia ya que nos permitirá conocer cuál es el motivo de por qué estamos
constantemente diciendo que SI y nunca que NO… tal vez se trate del miedo a ser
rechazados, la presión que pueda ejercernos un paciente, el no querer herir a
alguien, el miedo, el desconocimiento de algún tema en específico, alguna
experiencia previa que condiciona nuestra respuesta, miedo a represalias, la
necesidad de ser aceptados, etc…
Es muy importante, que una
vez sepamos el motivo de nuestra errónea actitud de decir siempre que SÍ, entendamos
que el decir que “NO”, no tiene que ser algo negativo, grosero o irrespetuoso, si
lo aprendemos a decir con respeto y con el único objetivo de ayudar.
A continuación, comparto contigo
cuatro sencillos pasos que siguiéndolos de manera secuencial te ayudarán a
aprender a decir que NO, y con ello ahorrarte energía, tiempo, problemas e
incluso dinero:
1.- Preguntas adecuadas
Cuando un paciente, o
compañero de la farmacia te pida algo, averiguar a través de las preguntas adecuadas ¿Qué es lo que espera de nosotros?, te ayudará a demarcar no solamente sus
necesidades reales, sino incluso tus posibles limitaciones al respecto.
El hacer estas preguntas, también
despertará en el paciente o en el compañero (dependiendo el caso), su empatía hacia
nosotros al entender que estamos interesados en lo que nos dice sin importar nuestra
respuesta.
No se trata de decir “¿Por
qué?” o ¿Para qué?, con tono negativo. Se trata realmente de buscar la
necesidad y evaluar nuestras limitaciones, y en base a lo que evaluemos, se nos
haga más sencillo dar un NO como respuesta.
2.- Razones del NO y alternativas
Como segundo paso luego de
decir que NO, es importante que le expliques al paciente o al compañero de la
Farmacia cuales han sido tus razones y, como ya conoces su necesidad (averiguada
en el paso 1), puedes brindarle diferentes alternativas.
Evitar cualquier
connotación negativa al momento de dar las razones de nuestro NO, evitará
conflictos. Por otra parte, dejar de darle alternativas hará que el paciente o
tu compañero se quede sin opciones, sin poder resolver su necesidad.
3.- Facilita ayuda
Una vez des las
alternativas, ofrécete (conociendo ya tus limitaciones) para ayudarle a
desarrollarlas. Este paso permitirá demostrar tu profesionalismo y ganas de
apoyarle a pesar de la negativa.
4.- Haz seguimiento
Una vez termina ese primer
encuentro, en el que luego de hacerle las preguntas adecuadas diste tu primer
NO, dándole razones, alternativas y ofreciéndote a ayudarle en las mismas, es
importante que más adelante hagas un segundo contacto, así sea telefónico.
En ese momento pregúntale, ¿Cómo le fue?, ¿Lograste solucionar?, ¿Cómo lo
hiciste?, y ofrécele tu ayuda para futuras ocasiones.
Este paso te permitirá seguir construyendo la
relación con el paciente o con tu compañero, reforzando la confianza a pesar de
aquel NO, que tuviste que decirle.
Veamos un ejemplo con tres escenarios, para que
podamos detallar como pueden ayudarnos estos 4 sencillos pasos del cómo decir
que NO.
Para los tres escenarios nos imaginaremos a Claudia,
una paciente desconocida que al llegar al mostrador de la Farmacia nos exige
con cara de pocos amigos, una caja de 40 comprimidos de paracetamol de 1 gr y
no tiene receta médica.
Primer escenario - “El eterno SI”
Al llegar Claudia, Roberto el farmacéutico, por
miedo a que ella se disguste más de lo que ya se ve, sin mediar palabra busca
el paracetamol en la rebotica y se lo dispensa, a pesar de saber que esta
presentación de paracetamol requiere de receta médica y que además cuenta con
otras opciones que hubiesen podido ayudar a Claudia.
Claudia, al ver que no le ponen ningún tipo de peros
en esta Farmacia por no tener receta, se lo comenta a sus amigas y la voz
empieza a correr por todo el barrio, ocasionándole muchos problemas a Roberto
con las autoridades sanitarias por dispensar medicación sin receta médica.
Segundo escenario - “NO, porque NO”
Al llegar Claudia, Roberto el farmacéutico, le dice “Sin
receta olvídate del Paracetamol”. Ante esta respuesta Claudia enojada le
insiste que lo necesita y Roberto simplemente sigue negando con la cabeza sin verle la cara.
Roberto a pesar de haber cumplido con la normativa, perdió
la oportunidad de ayudar a una paciente que lo necesitaba, sin contar con el
hecho de que Claudia más nunca pisará esa Farmacia.
Tercer escenario - “Los 4 pasos para el NO”
Al llegar Claudia, Roberto el farmacéutico, sabe que
no puede dispensar este medicamento sin receta, pero también sabe que puede
ayudarla así que inicia la siguiente conversación:
R: Dígame su nombre.
C: Claudia… ¿podría ya darme el paracetamol que le he dicho?
R: Tranquila, le ayudaré… dígame, ¿qué siente, para qué usarás el
paracetamol?
C: Me duele mucho la cabeza
y el paracetamol es lo único que me alivia.
R: Y ¿Por qué lo quieres de
1 gr x 40 comprimidos?
C: Porque ni el de 500 gr
ni el de 650 gr me hacen nada y además la caja me dura más…
R: ¿Ya hablaste de esto con
tu médico?
C: Tengo cita en unos días, y no puedo esperar con dolor.
R: Te entiendo y tranquila que te ayudaré… El paracetamol que me
pides solo es dispensable con receta entonces NO te lo puedo dar, pero tranquila
que tengo una muy buena opción que te ayudará.
Este Paracetamol (saca una caja de paracetamol de 1 gr x 10
comp), es el único paracetamol de 1gr que te puedo dar sin receta, y como
tienes cita con tu médico en estos días, hoy te llevas este y cuando vuelvas te
aparto el de 40 comprimidos a la espera de que te lo recete si es necesario…
Llévate este para que no tengas que esperar con dolor y me
cuentas como te fue.
C: Vale, está bien.
(A la semana)
C: Hola Roberto, acá te traigo la receta.
R: Claudia que bueno verte, ¿Cómo te fue con el paracetamol que te
dispensé el otro día?
C: Pues muy bien, de verdad no tuve problemas y el médico me
recetó la caja de 40 comprimidos.
R: Perfecto, espera que te lo busco, y cualquier otra cosa que necesites
y te pueda ayudar, sabes que cuentas con esta Farmacia.
Tres escenarios, y solo en uno, gracias a un NO dado
con respeto, con el único objetivo de ayudar
y siguiendo los cuatro pasos, queda demostrado que un NO bien explicado puede ser
de gran ayuda dentro y fuera de la Farmacia.
Este blog me encanta amigo colega 😊 sigue así, aportando valor a nuestra profesión!! 👍 Bravoooo 👏
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